NOTA INFORMATIVA: Cobre San Rafael reitera su ofrecimiento de diálogo y transparencia e incide en que el Proyecto Touro es compatible con cualquier actividad económica

  • La empresa se compromete a redoblar el esfuerzo para explicar las soluciones tecnológicas que tiene la minería moderna europea para evitar impactos negativos.
  • Lamenta a su vez que se utilicen argumentos sin base técnica generando una alarma infundada entre personas que legítimamente quieren defender sus medios de vida.

Ante la convocatoria de una manifestación esta mañana en Santiago de Compostela, Cobre San Rafael, desde el respeto a todas las opiniones sobre la minería, reitera su ofrecimiento al diálogo y ofrece transparencia a los colectivos que, en la mayor parte de los casos, han declinado reunirse con los expertos del proyecto. Incide en la importancia de dar a conocer las claves de la reactivación de la producción de cobre en la histórica mina de Touro y O Pino, hoy activa en la explotación de áridos, entre otras actividades.

Cobre San Rafael reconoce las dificultades para trasladar un mensaje de confianza a una parte de la población que rechaza la minería en Galicia, sin tener en cuenta que esta actividad es la base de las condiciones de vida que hoy disfrutamos. Es más, la minería de hoy es una actividad altamente tecnificada y sostenible pero, sobre todo, es fundamental para un futuro basado en las energías renovables.

La compañía es consciente que al sector le ha faltado pedagogía, no solo en Galicia. Eso no justifica que se utilicen argumentos técnicos o científicos inconsistentes, cuando no falsos e injuriosos. Cobre San Rafael quiere insistir en que las propuestas técnicas y las medidas de control y seguridad ambiental de su proyecto son garantía de no afección a las aguas y al medio natural. Además, la constante monitorización y seguimiento por parte de multitud de estamentos administrativos y organismos de control independientes asegurán el correcto desempeño y el cumplimiento de todos los parametros que marca la Ley.

Desde Cobre San Rafael se quiere poner de manifiesto las siguientes consideraciones:

“Como gallegos nos negamos a admitir que no seamos capaces de hacer la misma minería moderna que se lleva a cabo en países como Suecia o Finlandia. La administración tiene mecanismos de control y seguimiento para garantizar que se usan las mejores prácticas como en cualquier industria. Creemos que la minería moderna y limpia tiene mucho que aportar a nuestra tierra, y que somos parte de la solución a algunos de los problemas sociales y económicos que tiene el rural, como la despoblación y la falta de expectativas.”

La promotora del Proyecto Touro quiere lanzar de nuevo un mensaje de tranquilidad a toda la sociedad gallega incidiendo en que el escenario expuesto por determinados colectivos está muy alejado de la realidad de un proyecto minero del siglo XXI. Aquí ofrecemos un contraste de los puntos que esgrimen los partidos y organizaciones convocantes de la manifestación:

Acusan al proyecto de que la concesión minera abarca un  área de 122 km². Es una megamina.

FALSO: La concesión minera tiene solo 7 km². De los cuales 5 son ya mina histórica. No es una megamina, más bien es de pequeño tamaño. Sin ir más lejos no llega a la mitad de la mina de As Pontes.

Acusan al proyecto de que la mina es una seria amenaza para Santiago porque afecta al Camino de Santiago

FALSO: La mina no se ve prácticamente desde ningún punto del Camino. No solo está lejos de este, sino de su zona de protección. El impacto visual será prácticamente inexistente, y desde luego infinitamente menor que cualquiera de las múltiples afecciones que tiene hoy en día la zona, incluyendo carreteras, autopistas, un aeropuerto, polígonos industriales, poblaciones, etc., y que, además quedarán para siempre, a diferencia de la mina que, una vez acabado su ciclo productivo y tras la restauración, quedará integrada en el paisaje natural. Los peregrinos no van a saber que hay una mina.

Acusan al proyecto de que habrá circulación constante de maquinaria pesada y voladuras regulares generará ruidos y grandes nubes de polvo en suspensión

FALSO: El polvo que se pueda generar, como en cualquier cantera, queda dentro de las instalaciones; se mitiga con riego de pistas, acopios y voladuras. Estas se producen una vez al día y son prácticamente inaudibles fuera del perímetro de las instalaciones.

Acusan al proyecto de que habrá 12 voladuras diarias con explosivos de gran potencia (en trece años se utilizarán casi 20.000 toneladas de Anfo y Goma 2 en más de 2.000 voladuras)

FALSO: Se realiza 1 voladura al día, dividida en pequeñas cargas. El explosivo es el habitual que se utiliza en cientos de canteras, minas, derribos, carreteras o túneles en toda Galicia, donde se consumen del orden de 5 millones de kg al año. Por cierto, muchos de estos elementos se encuentran a pocos metros de lugares habitados sin mayores consecuencias, porque las técnicas permiten que los valores de ruido y vibraciones se mantengan por debajo de los estrictos límites que establece la legislación.

Acusan al proyecto de que la mina va a acabar con el sector agro-ganadero de la comarca

FALSO: La huella del nuevo proyecto se solapa con un número mínimo de explotaciones agropecuarias, ya que se trata de reactivar la producción de cobre en una mina ya activa para la producción de áridos: el proyecto ocupa 691 ha, de las que Cobre San Rafael tendrá que adquirir 361 ha. De estas, el 85,5% (306 ha) son de eucaliptos, monte alto y monte bajo. Del resto de hectáreas, 18 pertenecen a labradío, 20 a prados y 16 a caminos.

Acusan al proyecto de que se utilizan para el proceso metalúrgico compuestos químicos tóxicos y peligrosos, incluso alguno que es sospechoso de producir cáncer

FALSO: Tanto minerales como aditivos utilizados en el proceso industrial permanecen en un circuito cerrado y confinados en medios donde no pueden afectar a aguas, terrenos, personas o animales. Están autorizados por la normativa, tanto española como europea. Son biodegradables y de uso común y probado durante décadas en variedad de industria. No hay ninguna evidencia científica que apoye las manifestaciones alarmistas a este respecto.

Acusan al proyecto de que va a realizar vertidos de aguas contaminadas al Ulla a través de sus afluentes, y esto tiene consecuencias en la Ria de Arousa

FALSO: En primer lugar el proyecto minero prevé CERO salidas de aguas de proceso al exterior. Se opera en circuito cerrado y no se va a afectar ningún curso de agua. La empresa tiene un acuerdo con el CSIC – Instituto de Investigaciones Marinas de Vigo, para despejar cualquier duda sobre la influencia real de la minería sobre la calidad de las aguas fluviales y la Ría.

Acusan al proyecto de que va a hacer desaparecer traídas de aguas en uso

FALSO: El proyecto tiene el compromiso y las soluciones técnicas para garantizar a los vecinos que tendrán acceso a agua en cantidad y calidad igual o mejor en relación con el consumo que vienen realizando, en caso de que el desarrollo de la actividad les afectase. Para ello se trabaja en soluciones alternativas de abastecimiento, en colaboración con la Escuela de Ingenieros de Caminos de A Coruña, que están ya muy avanzadas.

Acusan al proyecto de falta de seguridad del depósito de gestión de estériles

FALSO: Como cualquier obra civil – edificios, puentes, túneles, presas hidráulicas – el depósito de estériles se construye con los más altos estándares de seguridad y es objeto de controles exhaustivos continuos y auditados por profesionales independientes. Opera en circuito cerrado y es estanco, asegurando que las aguas y estériles permanecen en su interior.

En este aspecto, la Escuela de Minas de Vigo es en la actualidad una referencia a nivel internacional, lo que hace que Galicia cuente hoy con administraciones, organismos científicos y consultoras, integradas por profesionales con prestigio, experiencia y capacidad para que se realice la actividad de manera excelente.

Acusan al proyecto de destrozar el paisaje y de dejar el entorno arrasado una vez termine de explotar el recurso

FALSO: El Proyecto Touro utiliza el método de minería de transferencia, que minimiza la afección al medio natural, facilitando la reintegración paisajística y asegurando una restauración ambiental sostenible y paralela en el tiempo a la operación. Parte de los estériles van a rellenar huecos mineros, impermeabilizados y finalmente sellados y restaurados. El entorno queda pues sin huecos mineros, limpio, estable, revegetado y disponible para usos alternativos.

 

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